MAO TSE TUNG ROMPE CON LA NUEVA URSS POST-STALIN
El líder de la China Popular rompe de forma definitiva ante la desestalinización y la cada vez menor importancia del comunismo en la URSS.
Con la firma de la alianza de 1950 entre la URSS y China, la relación entre las potencias auguraba una fuerte oposición frente al bloque estadounidense; aún más, y pese a la muerte de Stalin en 1956, esta unión se veía más fortalecida con el viaje de Kruschev a Pekín con el fin de ayudar al país de Mao Tae Tung con la creación de la bomba atómica.
Fotografía de los dos máximos dirigentes de las superpotencias comunistas que refleja la estrecha relación existente entre ambos países
Sin embargo, el desarrollo de la desestalinización por parte del gobierno de Kruschev, con el fin de condenar los crímenes de Stalin y de reducir su condición cuasi-divina, fue tomado por un claro error por Mao Tse Tung; y esto, junto con la búsqueda de la URSS de reducir las tensiones con EEUU, en la llamada coexistencia pacífica, terminó por considerarse, desde el punto de vista chino, como un rechazo a los ideales leninistas-marxistas más tradicionales.
Fotografía entre Jruschov, dirigente de la URSS, y el por entonces dirigente de EEUU, John F. Kennedey.
Por último, y como informábamos recientemente, el desarrollo de pequeños conflictos internos no ha hecho más que perjudicar a China, aislada incondicionalmente ante la falta de apoyo, y en cambio, beneficiar a EEUU en su lucha contra un bloque comunista más dividido que nunca.
Imagen que muestra un enfrentamiento entre chinos y soviéticos en la frontera de río Ussuri.
Ahora, la pregunta es clara: ¿se reconciliaran ambos países en su búsqueda de restablecer el poderío del bloque comunista? ¿o por el contrario estas diferencias hacen irremediable este hecho? El gobierno de Kruschev tiene los días contados y quizá esta pueda ser la puerta que permita la reconciliación; solo el tiempo lo dirá.
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